Ya ni sé cómo nombrarte,
Vicio de mi alma.
De la boca húmeda
Se me van los versos.
Tengo todas las espinas
Guardadas en mi bolsillo!
¡Démonos a la noche!
Tú con las aves nocturnas
Y yo con el cielo talentoso.
La noche es un cuerpo invisible
Tiene ojos celosos
Como mar de invierno
Y tú, eres quien camina
Por las vías angostas
Quitándole espacio
A los pies de mi calma.